El papel de las mujeres en la independencia de México
Por Profa. Mayra Núñez P.
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Galeria Mayra
Durante septiembre, conocido en México como el “Mes de la Patria”, nos acordamos y apreciamos más a nuestro país, o por lo menos lo festejamos al recordar nuestra nacionalidad y conmemorar el 15 de Septiembre como la fecha que marcó el inicio de la lucha por la Independencia de México, que comenzó en 1810 con el llamado del cura Miguel Hidalgo, en el pueblo de Dolores, Guanajuato.
Aunque en los textos de historia se menciona preferentemente a los hombres, es necesario señalar que el de independencia fue un movimiento en el que participaron las mujeres de forma destacada.
Josefa Ortíz de Domínguez, junto con su esposo Miguel Domínguez, Corregidor de Querétaro, fueron parte de los planes de conspiración a favor de la Independencia, ya que el movimiento nació en su casa, en Querétaro. Cuando fueron descubiertos, ella se trasladó a San Miguel de Allende y a Dolores para comunicar, tanto a Miguel Hidalgo como a Ignacio Allende, la caída de la conspiración.
Leona Vicario enviaba ropa, medicinas y armas a los insurgentes, así como información sobre los movimientos políticos y militares que ocurrían en la capital. Estableció una comunicación en clave a través de informes publicados en El Ilustrador Americano. Perteneció al grupo de “Los Guadalupes” y financió con su fortuna al movimiento. Estuvo casada con Andrés Quintana Roo, también independentista.
Mariana Rodríguez del Toro luchó junto a su esposo; fue encarcelada y murió antes de la consumación de la Independencia.
Manuela Medina, ‘La Capitana’, se unió a las filas de José María Morelos; murió debido a las heridas sufridas en combate.
Luisa Martínez de García de Rojas ayudó a los insurgentes al comunicarles los planes de las tropas virreinales. A pesar de ser descubierta y detenida en varias ocasiones, continuó con sus envíos de información.
Las hermanas González, de Pénjamo; María Fermina, Altagracia Mercado y Carmen Camacho fueron otras luchadoras. Manuela Herrera, conocida como la Benemérita Ciudadana, decidió quemar su hacienda antes que darla al Ejército realista. Fue perseguida y prefirió vivir como ermitaña.
Gertrudis Bocanegra sirvió como correo de los insurgentes; María Teresa Medina de la Sota Riva reunía en su casa de Xalapa, Veracruz, a simpatizantes del movimiento; Petra Teruel de Velasco, a quien se llegó a considerar el ángel protector de los insurgentes, ayudó a salir de la capital de la Nueva España a muchos involucrados en la lucha y apoyó a los presos.
Muchas de ellas eran hermanas o esposas de miembros de la sociedad secreta “Los Guadalupes”, como Margarita Peimbert, Antonia Peña, María Camila Ganancia y Luisa de Orellana y Pozo, quienes fungieron como correos.
Otras se dedicaron a fabricar cartuchos y a cuidar heridos como María Soto ‘La Marina’, Teodosia Rodríguez, Ana Villegas, Casimira Camargo, Isabel Moreno, Juana Bautista Márquez, Brígida Álvarez, María Tomoda Estévez, Carmen Camacho, Luisa Martínez, Manuela Niño, Josefa Navarrete, Josefa Huerta, Rafaela López Aguado, Rita Pérez de Moreno, María Josefa Marmolejo de Aldama, Francisca Marquina de Ocampo, Francisca y Magdalena Godos.
Estas mujeres, junto con muchas otras, lucharon por la libertad de su país, por la igualdad y los derechos de las mujeres. Su legado sigue vivo e inspira a las generaciones actuales, ya que fueron muestra de coraje, valentía y determinación para participar en la guerra de independencia mexicana, al romper los roles tradicionales, convencidas de que podrían construir un mejor futuro para su país.